Evento ~ Ruta Bécquer

Hoy os traigo una entrada más cultural de lo que suelo poner en el blog. Normalmente todos los eventos de los que hablo suelen ser Salones del Manga, pero el pasado viernes realizaron en mi ciudad una Ruta Becqueriana y he querido compartirla con todos vosotros. Esta visita fue realizada por la Asociación "Con los Bécquer en Sevilla" y era totalmente gratuita.

Es curioso cómo cuando vamos de viaje a distintas ciudades o países nos informamos de su cultura y nos disponemos a ver todos sus monumentos y curiosidades pero, sin embargo, no somos conscientes de lo que hay en la propia ciudad en la que vivimos. No sé si será porque estamos acostumbrados a ella. De hecho, yo siempre he sabido que Bécquer era de Sevilla pero nunca me había fijado en la cantidad de placas dedicadas a él que había aquí.

Para quién no lo conozca, Gustavo Adolfo Bécquer es un poeta del siglo XIX que fue uno de los precursores de la poesía moderna (o postromántica). Su publicación más conocida es sin duda Rimas y Leyendas, dónde podemos encontrar algunas tan conocidas como la de las golondrinas o las pupilas azules, pero también publicó libros conocidos como Cartas desde mi celda o Cartas literarias a una mujer.

Pues la Ruta Becqueriana fue bastante bonita y en cada parada nos iban contando información sobre la vida y obra de Bécquer. Antes de cada parada nos tocaban una pieza de música clásica con el violín y antes de marcharnos de cada sitio, leían un fragmento de una leyenda o una de las rimas. Voy a intentar escribiros todo lo que recuerdo de la visita, espero decir las cosas bien porque han pasado tres días y puede que se me haya olvidado algo o lo confunda, jeje.

La visita empezó en la Plaza de San Lorenzo, del mismo Barrio de San Lorenzo, situado en pleno centro de Sevilla. Ahí fue dónde Bécquer nació y pasó parte de su infancia.

Plaza de San Lorenzo

Según nos contaron, Bécquer proviene de una familia de nobles comerciantes flamencos que se asentaron en Sevilla muchos años antes de su nacimiento. El apellido Bécquer se perdió pero, su padre, el pintor José Domínguez Bécquer, volvió a adoptarlo como nombre artístico y se lo pasó a sus hijos. Como curiosidad nos contó que los Bécquer tuvieron un total de ocho hijos y que su padre los nombró a todos con nombres de antiguos reyes y emperadores. Pues bien, Gustavo Adolfo Bécquer nació el 17 de Febrero de 1836 y fue bautizado en la Iglesia de San Lorenzo (la que vemos en la foto de arriba).

Tras la Plaza de San Lorenzo nos dirigimos a la Calle Conde de Barajas dónde pudimos ver la primera placa dedicada a Bécquer:

Placa de la casa natal de Bécquer

Según los biógrafos, esta fue la casa dónde nació Bécquer y creo que ahora es considerada Patrimonio Cultural. De hecho, en los años 70 se produjo un incendio y la casa fue destruida, pero la restauraron debido a su historia.

La siguiente parada fue la Calle Potro, dónde según los hermanos de Bécquer allí vivieron durante un tiempo. No obstante, hay algunas incongruencias entre los biógrafos así que las fechas correctas no se saben al 100%. Lo seguro es que sí que vivieron allí:

Placa de la casa de la Calle Potro

La visita continuó hacia la Calle Jesús del Gran Poder dónde se encuentra actualmente la Clínica Nuestra Señora de Aránzazu y que antiguamente era el Colegio San Francisco de Paula, dónde Bécquer y su hermano Valeriano (los cuales nunca se separaban) pasaron sus años escolares.

Placa del antiguo colegio de Bécquer

Posteriormente nos dirigimos hacia la Plaza del Museo, dónde se encuentra el Museo de Bellas Artes de Sevilla y en el cual encontramos el Retrato de Gustavo Adolfo Bécquer dibujado por su hermano Valeriano (el que he puesto cómo cabecera de la entrada).

Como curiosidad, además de escribir, Gustavo era un apasionado de la música y es por ello que en cada parada de la ruta tocaban una pieza de música clásica. Además, tocaba el piano y también se le daba bien dibujar y la jardinería. Desde luego, este chico tenía de todo.

La violinista tocando en la Plaza del Museo

Otra de las paradas fue la Calle Mendoza Ríos dónde encontramos dos placas dedicadas a Bécquer. Una de ellas muestra que fue la casa dónde él y su hermano Valeriano vivieron una vez que se quedaron huérfanos. Además, hay otra placa con una de sus rimas.

Placas de Mendoza Ríos

Una de las lecturas realizadas durante la ruta

Cómo sabréis algunos, Bécquer se mudó a Madrid y fue allí dónde realizó prácticamente todas sus obras. Aunque en muchas de ellas hace referencia a Sevilla, acordándose siempre de la ciudad que le vió nacer. En una de sus obras, Bécquer dejó claro que una vez que muriera quería ser enterrado en Sevilla y, pudiendo ser, a las orillas del Guadalquivir. Esto se puede leer en la Carta III de "Cartas desde mi celda". Bécquer murió el 22 de Diciembre de 1870, con apenas 34 años. Sin embargo, sus restos no fueron trasladados a Sevilla. Los mandamases de esa época en la ciudad no estaban de acuerdo con el posicionamiento de Bécquer y no lo querian aquí (Los políticos como siempre).Fue gracias a José Gestoso y Pérez, quién luchó por traer los restos de los hermanos Bécquer, que finalmente ambos reposan aquí. (Valeriano y Gustavo no se separaron ni en la muerte).

En 1913 finalmente los restos de Bécquer fueron trasladados a Sevilla. El 9 de Abril de ese mismo año se exhumaron los restos de los hermanos y fueron trasladados a Sevilla para ser enterrados en el Panteón de los Sevillanos Ilustres, bajo la Facultad de Bellas Artes. Sin embargo, durante la procesión de los restos el día 10 de Abril, las lluvias impidieron que pudieran continuar y se refugiaron en la Capilla de la Hermandad de las Siete Palabras, situada en la Parroquia de San Vicente.

Capilla de la Hermandad de las Siete Palabras

El Hermano Mayor de las Siete Palabras fue tan amable de abrir la capilla para la ruta. Además, nos contó que están pensando en poner en dicha capilla otra placa conmemoriativa en homenaje a Bécquer.

El 11 de Abril de 1913 fue cuando finalmente se trasladaron los restos de los Bécquer de San Vicente hasta el Panteón de Sevillanos Ilustres. Como otra curiosidad, los traslados fueron narrados en los periódicos de la época y en uno de ellos hablan de un niño de 10 años que estuvo expectante por ver los restos de Bécquer, ya que era un admirador, y no es ni más ni menos, que Luis Cernuda. Otro de los poetas que ha dado esta ciudad.

Tras la visita a la Capilla nos dirigimos hacia el Convento de Santa Inés. Un Convento de Monjas de Clausura que también abrieron expresamente para nosotros. En este convento fue en el que Bécquer se basó para escribir su leyenda "Maese Perez el Organista".

Placa del Convento

Convento de Santa Inés

Y ya finalmente nos dirigimos a la Facultad de Bellas Artes para bajar al Panteón de Sevillanos Ilustres, donde están enterrados Gustavo Adolfo y Valeriano Bécquer. Como curiosidad final, José Gestoso y Pérez, quién luchó por ellos, está enterrado al lado de los dos hermanos.

Tumba de Bécquer

Como véis, Bécquer aún sigue teniendo muchos seguidores que van a visitarle y dejarle muestras de cariño a los pies de su tumba.

Y aquí finalizó la Ruta Bécquer. La verdad es que fue muy completa y duró desde las 17:00 hasta las 20:45. Parece larga pero realmente se me hizo corta y me ayudó a conocer tanto cosas de Bécquer como de mi propia ciudad. Creo que nunca está de más aprender un poco de cultura y más si es del lugar donde vives. 

Espero no haberos dado mucho la chapa y que la entrada os haya resultado interesante. También espero no haberme equivocado en nada, que contaron tantas cosas que no sé si a lo mejor me he líado con algún dato. Sin más, me despido con unas palabras de Bécquer, las mismas con las que terminó la visita:

"He aquí, hoy por hoy, todo lo que ambiciono: ser un comparsa en la inmensa comedia de la Humanidad; y concluido mi papel de hacer bulto, meterme entre bastidores sin que me silben ni me aplaudan, sin que nadie se dé cuenta siquiera de mi salida."

(Carta III, Cartas desde mi Celda. Gustavo Adolfo Bécquer)