Autor: Ruth Ibáñez Ámez
Páginas: 211
Páginas: 211
Año de publicación: 2016
ISBN: 9781539624608
Género: Romance
Mike Devons es un hombre felizmente casado a punto de cumplir su quinto aniversario con el amor de su vida, Alan Peterson. Ambos forman la pareja perfecta, una familia suburbana a quien todos envidian en el corazón del valle de Salinas, en California. Pero la llegada del nuevo jefe de Mike, Todd Michelman, hace que su mundo se tambalee. Homófobo, misógino y racista, ha puesto la oficina patas arriba. ¿Qué hará con él cuando descubra que es gay? ¿Tendrá que volver al armario? A sus cuarenta y un años, Mike ya no tiene paciencia para estas historias.
Mientras, Alan tiene el problema contrario: sus alumnos en el instituto de King City le piden ayuda para organizar un Día del Orgullo Gay extraoficial. Él acepta encantado, pero no toda la comunidad está por la labor. Las familias se le echan encima y su director, con el que tan buen rollito había tenido siempre, le llama al orden. Mal momento para descubrir lo que tu jefe piensa realmente de ti.
¿Conservarán sus trabajos? ¿Conseguirán que los problemas no afecten a su relación? Mike y Alan tienen recursos para todo, y en el camino seguro que te arrancan al menos una sonrisa. La vida está llena de sorpresas, y a ellos les esperan unas cuantas.
Opinión: Primer libro de la segunda edición de la Lectura Conjunta Cuatro Gatos organizada por El Blog de Hydre Lana y Bohemian Creative. Decidí a unirme a esta LC para abrirme a nuevos géneros ya que mayoritariamente leo fantasía y aventuras. De hecho, no soy de leer novelas de corte realista como es este caso. De momento la primera experiencia en la LC4Gatos ha sido muy satisfactoria.
Armarios y Fulares nos presenta la historia de Alan y Mike, una pareja casada de 40 años que descubrirá que el mundo no está tan avanzado como todos creemos. Aún hay mucha intolerancia y poco respeto hacia otras tendencias sexuales. Este no es el primer libro que leo cuya pareja principal es homosexual, ya lo hice con Colmillos de Plata, pero al ser éste de género sobrenatural no tocaba los temas de discriminación con tanto realismo.
La obra está situada en el Estado de California (EEUU) en pleno siglo XXI y nos presenta a Alan y Mike, una pareja como cualquier otra. Una pareja feliz, que disfruta pasando el tiempo junta y que está pensando en como celebrar su quinto aniversario de casados. Sin embargo, su vida se ve alterada cuando aparece Michelman, el nuevo jefe de Mike que pone su vida patas arriba. Michelman es lo peor que te puedes echar a la cara. Es un hombre machista, misógino, racista y homófobo. Una perla, vamos. Mike teme perder su trabajo, el cual le encanta y en el que ha luchado con uñas y dientes para pocisionarse como uno de los mejores publicistas. Por ello, casi sin darse cuenta acaba ocultando su orientación sexual. A ver, tampoco tiene que ir por ahí diciéndo: "Hola, soy Mike y soy gay". Yo no soy por ahí diciendo: "Hola, soy hetero" (XD) pero digamos que se dan una serie de circunstancias en las que podría decirlo, como al hablar de si tiene esposa y ese tipo de cosas, y él decide no entrar en detalles. Esto, por supuesto, no le sienta del todo bien a su pareja: Alan. Y es que Alan, uf, que os puedo decir de él. Me encanta. Mike también me ha gustado mucho pero es que Alan me ha encantado. Es ese tipo de personaje que no se calla ante las injusticias y que no entiende por qué tiene que esconderse. No se callará la boca en ningún momento dado que él no está haciendo nada malo, está viviendo su vida como cualquier otra persona. Además, tiene unos valores que me encantaron. De hecho, hay un momento en el que hablan de mudarse a San Francisco, que por lo visto es la cumbre el mundo gay en EEUU con empresas que contratan a gente homosexual y todo. (Esto no lo sabía, la verdad. Cosas que aprende una leyendo, jajajaja). Sin embargo, Alan no quiere porque para él eso no representa el mundo real. Os copio directamente sus palabras porque me encantaron:
- Repito la pregunta: ¿y eso es malo?Con esto ya os podéis hacer una pequeña idea de los valores de Alan.
- Sí, porque no es real. Ojalá el resto del mundo fuera como San Francisco, ojalá pudiéramos cogernos de la mano en cualquier sitio sin que nadie nos mirara raro. Pero no es así, y si queremos que el resto del mundo cambie tenemos que vivir en ese mundo, hacer de la homosexualidad algo normal donde aún no lo es. Exponernos. Que nos vean. San Francisco es... un oasis al que no está mal ir de vez en cuando, y ojalá el mundo fuera como allí, pero... Es ficticio. Es de mentira."
En el libro se van intercalando las historias de Mike con las de Alan. Vamos leyendo capítulos de uno en su empresa y capítulos del otro en el instituto donde trabaja como profesor de Literatura, además de capítulos donde ambos se unen y podemos ver su convicencia. Los capítulos de Mike me indignaban más que otra cosa. Es donde podemos ver la discriminación más directamente con ese jefe tan odioso. No solo la veremos hacia los homosexuales, sino que también la sufrirán sus compañeras por el simple hecho de ser mujeres. Deleznable. En la parte de Mike también se trata el acoso laboral. No se entra en mucha profundidad pero se muestra y ya te haces una idea de lo malo que es pasar por ello. Desde luego Mike aguanta en la empresa como un campeón, incluso siendo explotado al máximo.
Los capítulos de Alan eran mis favoritos. ¡Ojalá hubiera tenido un profesor como él en el instituto! Sus clases me encantaban. Eran dinámicas e inspiradoras, sabe como interesar a los alumnos en la lectura y como hacerles participar en clase. Me encantaban sus debates. El tema de la discriminación se ve a raíz de la celebración del Día del Orgullo Gay. Una cosa muy arriesgada, la verdad. No solo porque sea del Orgullo Gay sino que ya parece que en el colegio no se puede hablar de nada porque siempre habrá alguien sensible con el tema. (Mi novio es maestro y a él, por ejemplo, no le dejaban tratar el tema de Halloween en su cole). Lo más bonito de esta parte es la relación de Alan con sus alumnos. Me encanta.
Parece que todo es muy profundo y puede hacerse aburrido pero ¡no! El libro es muy pero que muy divertido. Los comentarios son geniales y te ríes muchísimo como hablan. Sueltan hasta tacos y todo. Todos los personajes del libro hablan de forma coloquial, como tu y como yo. Esto hace la lectura muy amena y muy fácil de leer. El libro se pasa en un suspiro. Es muy cortito. Al terminarlo me he quedado con ganas de saber más sobre Alan y Mike.
Una cosa que me ha sorprendido bastante es lo currado que están los escenarios y la ambientación. Me sorprendió que siendo la autora española enmarcara su historia en los Estados Unidos y de una forma tremenda porque nos da detalles de las ciudades, carreteras, etc. Tuve que buscar un mapa de California y todo para ver el recorrido que hace cada uno, jajajaja. Al final del libro, en la biografía de la autora, descubrimos que ella misma fue profesora en la ciudad donde trabaja Alan. Ahí todo cobró sentido.
En resumen, Armarios y Fulares es un libro que me ha gustado. Su lectura se me ha pasado volando y me ha parecido muy amena. Mike y Alan son dos buenos protagonistas y cada uno muestra una forma diferente de discriminación. Se tocan muchos temas sociales de una forma muy expresiva y con toques de humor que no hacen la lectura en ningún momento tediosa.
Para finalizar os dejo otra frase de Alan que me encantó y con la que estoy muy pero que muy de acuerdo:
"Un libro habla al lector de lo que el lector - Dayana carraspeó y Alan asintió - o lectora quiere escuchar, y depende de quién lo lea, el libro cambia. A veces nos dice mucho, otras nada, pero no hay dos personas en el mundo a quien les diga lo mismo."